viernes, 28 de noviembre de 2014

Capítulo 15




LA PRINCESA Y EL PERIODISTA
CAPÍTULO 15: MI PRINCESA




BRUSELAS, BÉLGICA
INT. / PALACIO REAL, SALÓN / DÍA
 
Toda la familia conversa reunida en la sala…



 
Margaret: Bueno yo sólo quería comunicarles que me marcho a vivir a Houston con Michael.
 
Elizabeth: ¿En serio tía? ¿Se arreglaron? (Sonríe)
 
Anne: Lo que faltaba…
 
Edward: Bueno hermana no sé que decir… no lo esperaba, me agarras de sorpresa.
 
Margaret: Michael y yo hablamos mucho de lo nuestro y vamos a darnos una oportunidad.
 
Elizabeth: Nunca es tarde, tía. Ya verás, yo sé que serán muy felices. Aunque te vamos a echar muchísimo de menos…
 
Anne: Serás tú hija, porque lo que es yo… (Con mal tono)
 
Margaret: Yo también te quiero cuñadita… (Con sarcasmo) Y más te vale te portes bien a partir de ahora, que ya ni reina ni nada eres… tú sabes a lo que me refiero.
 
Edward: ¿De qué hablas Margaret?
 
Anne: Nada… cosas de ella, está cada día más loca… (Nerviosa)
 
Margaret: Sí, sí… (Mirándola mal) Bueno y ustedes… ¿Qué van a hacer, a ver? Porque a Londres ya veo que nada que ver…
 
Edward: Nos mudamos a París, Margaret.
 
Elizabeth: ¿A París? 
 
Anne: Así es hija… tu padre compró hace tiempo una mansión a las afueras de la capital francesa, no estaremos en casa pero… estaremos cerca de Bélgica.
 
Elizabeth: Me parece bien pero… 
 
Edward: ¿Ocurre algo cariño? ¿No te gusta París o qué?
 
Elizabeth: Claro que me gusta, me encanta, si nunca me canso de ir pero… es que… hay algo que no les he contado y…
 
Margaret: Ay la madre que ya te veo venir…
 
Anne: No entiendo nada…
 
Elizabeth: Papá… mamá… Andrés y yo… volvimos… 
 
Edward: ¿Quéeee? (Alucinado)
 
 
INT. / MANSIÓN VALOIS, SALÓN / DÍA
 
Robert y su madre, la duquesa de Valonia charlan acerca de la princesa Elizabeth.



 
Chantal: Esto es increíble, primero la muy estúpida te deja plantado en el altar ante millones de personas y ahora el país se va convertir en una república…
 
Robert: ¿Sabes qué mamá? Que esa boba me hizo un favor… Ahora casi que se lo agradezco.
 
Chantal: ¿Pero qué estás diciendo, hijo?
 
Robert: Lo que oyes… ¿De qué me iba a servir ahora estar casado con una princesa heredera de nada? Dime… ¿De qué? Si me iba a casar con Elizabeth era por el trono, nada más.
 
Chantal: Ya lo sé, pero no se puede negar que esa familia, así se vayan al exilio, tienen dinerito… y mucho…
 
Robert: ¿Qué dinero? Si todos los palacios y terrenos son propiedad del Estado. No tienen ni donde caerse muertos.
 
Chantal: Bueno, algo tienen… tampoco se han quedado en la calle. Tienen una finca cerca de Gante y una mansión en París.
 
Robert: ¿Y de qué van a vivir? ¿De las rentas? Jajaja, qué ridículos… Han pasado de ser reyes de un país a una familia con menos abolengo y patrimonio que la nuestra. Anda que la den a Elizabeth… (Se va)
 
 
INT. / PALACIO REAL, SALÓN / DÍA
 
Los reyes discuten con su hija, delante de Margaret.



 
Edward: ¡No vas a volver con ese imbécil! ¡Primero te engañó con otra y ahora le perdonas! ¿Pero tú estás loca?
 
Anne: La chica perdió la cabeza… una vez más… ¡Esto es culpa tuya Margaret! 
 
Margaret: ¡Si claro! ¡Siempre tiene que haber una burra para echarle todas las cargas! Pero bueno… mira no hagas hablar porque…
 
Elizabeth: ¡Bueno ya basta! ¡Ya es suficiente! Mi relación con Andrés es asunto mío. ¿Les queda claro?
 
Edward: Tú tienes la culpa de que Bélgica haya votado en mayoría por la república… ¡TÚUUUUUU!!! (Furioso)
 
Elizabeth: ¡Eso no es cierto!
 
Anne: ¡Sí lo es! Tu padre tiene toda la razón. Si te hubieras casado con Robert seguramente no habría pasado nada de esto…
 
Elizabeth: La gente llevaba ya años pidiendo ese referéndum, no es cosa mía… pero bueno allá lo que crean… Me da igual. 
 
Margaret: Así se habla mijita… 
 
Edward: ¡Cállate Margaret! ¡CÁLLATE! Que me tienes harto ya… 
 
Anne: ¿No que te ibas para Houston con tu novio? ¡Pues lárgate de una buena vez! ¡Vieja metiche!
 
Margaret: ¡A mí no me hablas así! ¿Estamos? Estoy harta ya… ahora si que me cansé… ¿Sabes qué hermanito? ¿Sabes? Aquí tu sufrida y abnegada esposa es una falsa de marca mayor.
 
Anne: ¡Margaret!
 
Margaret: ¡Déjame hablar maldita zorra inglesa! (Furiosa)
 
Elizabeth: ¡Tía por favor! (Alucinada)
 
Edward: Ya basta… 
 
Margaret: No me da la gana… Esta desgraciada te fue infiel con Sebastian, el duque de Valonia. ¿Eso no lo sabías verdad?
 
Edward: ¿Quéeee?
 
Elizabeth: ¡Dios mío! (Horrorizada)
 
Anne: ¡Eso no es cierto! (Nerviosa)
 
Margaret: ¡Cállate embustera! (Le pega una bofetada)
 
Anne: ¡AHHHHHH!!!
 
Margaret: Hay fotos que lo prueban… Todavía las tengo…
 
Edward: No… eso no es posible… no… ¡Anne!!! (Enojado)
 
Margaret: Cuando estabas en tratamiento en Estados Unidos me enviaron un correo con dichas fotos… Tu esposita besándose con Sebastian… 
 
Edward: ¿Por qué no me dijiste nada antes? ¿Por qué?
 
Margaret: Porque estabas enfermo y necesitabas tranquilidad, no era el momento, no pensaba contar esto nunca pero Anne me tiene harta con su soberbia… Ya era hora de que se te cayera la máscara ante tu marido y tu hija. ¡Zorra!
 
Anne: ¡Cállate cara de muerta!!! 
 
En ese momento la reina la agarra de los pelos, Margaret se defiende, ambas se dan de bofetadas, los gritos se escuchan en todo palacio. Edward y su hija tratan de separarlas.
 
Edward: ¡Basta ya! ¡Se acabóoo!!!
 
Anne: ¡Te voy a matar, maldita infeliz! ¡Desgraciada!!! (Sujetada por su marido)
 
Margaret: ¿Tú y cuantas más como tú? ¡Cuantas! No eres más que una perra… una furcia… como todas las que han salido de esa maldita isla de la Gran… de la Gran Bretaña…  
 
Elizabeth: Tía, por favor, cálmate… 
 
Margaret: ¡No me da la gana! Ya es hora de que alguien ponga en su sitio a esta cualquiera… 
 
Anne: Eres una difamadora…
 
Margaret: ¿Quieres que les muestre las fotos a Edward y a la chica? ¿Quieres?
 
Anne: No serías capaz…
 
Edward: ¿O sea que es cierto? (Volteando a Anne frente a él)
 
Anne: ¡Edward…! 
 
Edward: ¡Cállate!!!! (Le pega una fortísima bofetada que la tira al suelo)
 
Elizabeth: ¡Papáaaa!!! (Socorriendo a su madre) ¿Te volviste loco?
 
Edward: Maldita seas… desgraciada… Adúltera… Yo con un cáncer y tú revolcándote con ese… con ese perro del demonio. ¡Bien que esté criando malvas el muy traidor!
 
Margaret: Edward por Dios, contrólate… No está bien que un hombre golpée a una mujer… ¡Pero una mujer síii!!!
 
En ese momento la infanta Margaret se abalanza contra su cuñada a cachetadas, en una pelea espectacular. Margaret la tira al suelo y cae sobre ella, literalmente la muele a golpes, histérica… Elizabeth trata de separarlas pero el rey se marcha muy indignado dejándolas en plena pelea. Escuchamos música incidental.
 
Elizabeth: ¡Tía por favor!!!
 
Margaret: ¡Déjame que la voy a romper toda la dentadura! (Le pega otra cachetada a Anne)
 
Anne: ¡Ahhhh!!! ¡Socorroooo!!!! (Muerta de miedo) ¡Déjame en paz vieja solteronaaa!!!! 
 
Margaret: ¡Esta por lo de Edward! (Cachetada) ¡Y esta por todas las que le diste a Elizabeth! ¡Desgraciada!! (Cachetada)
 
La infanta la sacude otra vez, la agarra de los pelos y la arrastra por la sala, en una pelea tipo “Santa Diabla”. Escuchamos música incidental en una secuencia impactante en la novela.
 
Anne: ¡AHHHHHHHHHHHHHHH!!!! ¡AHHHHHHHHHHHH!!!!!
 
Elizabeth: ¡TÍA POR EL AMOR DE DIOS, BASTA QUE LA VAS A MATARRR!!! (Horrorizada)
 
Margaret: ¡Y esta por llamarme vieja solteronaaaa!! (Le da otra bofetada con la mano vuelta a su cuñada)
 
Anne: ¡AHHHHHHHHH!!!
 
Elizabeth: ¡Ya, ya es suficienteee!!! (Logrando separarlas)
 
Margaret: Llevo años aguantándote pero ya no te soporto ni un solo día más… Me largo a Houston… hoy mismo. (Se marcha muy enojada)
 
Elizabeth: ¿Estás bien, mamá? (Preocupada)
 
Anne: Tu tía es una salvaje… ¡Una loca desequilibradaaaa!!! (Sangrando por la nariz con el cabello todo revuelto)
 
Elizabeth: Ven, te acompaño a la clínica… es mejor que te vea un doctor… Ay Dios mío… ¿Pero cómo pudiste engañar a papá?
 
Anne: ¡Ahora no quiero hablar de eso! ¡Déjame sola! No necesito clínicas ni médicos… ¡Fuera!!!
 
La muchacha se retira, muy dolida pero a la vez indignada…
 
 
DÍAS DESPUÉS
PARÍS, FRANCIA
INT. / MANSIÓN RICHELIEU, DESPACHO DE EDWARD / DÍA
 
Elizabeth acude a visitar a su padre a París… La antes princesa, toca a la puerta del despacho y…



 
Edward: Adelante… (Serio, sentado a su mesa)
 
Elizabeth: Papá… soy yo… ¿Puedo pasar?
 
Edward: ¿Qué quieres Elizabeth? (Con mal tono) ¿A qué viniste?
 
Elizabeth: Papá… (Preocupada) Tenemos que hablar… por favor.
 
Edward: ¿Hablar de qué? ¿De qué? De cómo mi familia se ha desmoronado de la noche a la mañana… 
 
Elizabeth: Yo no tengo la culpa de lo de mamá, ni tampoco del referéndum… ¿Por qué eres tan duro conmigo?
 
Edward: Jamás pensé que llegaría a vivir para ver esto… Tantos años de sacrificios para nada… Para dejar mi país… divorciarme de tu madre… y perder a mi única hija.
 
Elizabeth: No me has perdido papá… Eres tú quien no quiere saber de mí…
 
Edward: ¿Qué haces aquí? Pensé estarías en España con tu novio… el tal Andrés Cerezo ese…
 
Elizabeth: Papá, Andrés vino conmigo a París… 
 
Edward: ¿Qué? ¿Ese periodista está aquí?
 
Elizabeth: Quiero que se conozcan, que hablen… que sepas que Andrés me quiere, que todo fue un malentendido entre los dos. El jamás me fue infiel.
 
Edward: Mira hija…
 
En ese momento Andrés aparece por la puerta del despacho. Edward se le queda mirando extrañado.



 
Andrés: Buenos días, majestad. (Tímido)
 
Edward: Ya no soy rey, no hace falta tantas formalidades…
 
Elizabeth: Bueno, yo les dejo solos… ¿Sí? (Se va)
 
Suegro y yerno se quedan a solas… Andrés se acerca frente al escritorio permaneciendo de pie, en silencio.
 
Edward: ¿Así que tú eres el tal Andrés? El periodista…
 
Andrés: Así es señor…
 
Edward: Siéntate… (El chico se sienta)
 
Andrés: Si vine fue porque Elizabeth…
 
Edward: No quiero hablar de Elizabeth, si no de ti…
 
Andrés: Usted dirá, señor…
 
Edward: Sé que no traicionaste la confianza de mi hija pero la verdad yo apenas te conozco… Así que no sé hasta que punto seas tan sincero como ella cree.
 
Andrés: Yo le juro que nunca la engañé… Fue todo un malentendido… Yo la quiero… De verdad que sí, señor.
 
Edward: Más te vale…
 
Andrés: ¿Y… y usted como está? ¿Se encuentra mejor de salud? Elizabeth me contó que…
 
Edward: Muy bien gracias…
 
Andrés: Me alegro…
 
Edward: Físicamente me encuentro bien, ahora lo demás es otra cosa…
 
Andrés: Sé que se va a divorciar de la reina Anne…
 
Edward: Imagino mi hija te lo habrá contado… pero siento decirte que no voy a hablar de mi vida privada contigo. Si no te importa.
 
Andrés: Lo siento, entiendo… disculpe por favor… 
 
Edward: ¿De verdad quieres a mi hija?
 
Andrés: Más que a mi vida… ella lo es todo para mí… ¿Usted se ha enamorado alguna vez? Bueno, que tonterías digo… claro… de su esposa… 
 
Edward: Yo no me casé por amor, Andrés.
 
Andrés: ¿No?
 
Edward: Quiero que esto quede entre tú y yo… por favor. 
 
Andrés: Puede confiar en mí, se lo prometo.
 
Edward: Mis padres me obligaron a casarme con Anne pero yo no la amaba… Con el tiempo si llegue a quererla pero ella no fue el amor de mi vida.
 
Andrés: Comprendo… 
 
Edward: Yo estaba enamorado de una chica de servicio una criada, seamos claros. Los Reyes no lo aceptaban y me enviaron a estudiar a Londres… Allí conocí a Anne.
 
Andrés: ¿Y nunca volvió a saber de esa mujer? De la chica de servicio, quiero decir.
 
Edward: No, cuando regresé a Bruselas, ella ya no estaba en palacio. Mi madre la echó. Con esto te quiero decir que… bueno… que yo acepto que mi hija esté contigo si eso la hace feliz, se ve que te ama, pero también espero lo mismo de parte de ti. 
 
Andrés: Gracias señor… Le prometo que así lo haré.
 
Edward: Ojalá ella si pueda ser feliz… De corazón se los deseo a los dos. 
 
Andrés: Gracias. 
 
Edward: Bueno y ahora lo siento mucho pero tengo cosas que hacer… (Se levanta de la silla, Andrés hace lo mismo)
 
Andrés: Un gusto conocerle… majestad… (Le tiende la mano)
 
Edward: Edward, llámame Edward. (Sonríe y le da la mano)
 
 
MADRID, ESPAÑA
INT. / AEROPUERTO DE MADRID-BARAJAS, ZONA DE LLEGADAS / NOCHE
 
Andrés y Elizabeth llegan a Madrid. En el área de llegadas del aeropuerto ambos son recibidos por César y Rosa, los padres del periodista. 



 
Rosa: ¡Hijooo!!! (Sonríe) ¡Ay que alegría!!! 
 
Andrés: Jajaja. Hola mamá… (Sonríe)
 
César: Hola Andrés… ¿Y tú debes ser Elizabeth, cierto? (Sonríe)
 
Elizabeth: Encantada… (Sonríe dulce)
 
Rosa: Hija mía… eres más guapa que en la tele… (Se abrazan, se dan dos besos en las mejillas)
 
Andrés: ¿Cómo están? Ya estábamos deseando llegar.
 
César: Todo igual que siempre hijo… ¿Vienes para quedarte en España, Elizabeth?
 
Elizabeth: Sí, así es… Andrés y yo vamos a vivir en un chalecito a las afueras de Madrid. ¿Verdad mi amor? (Sonríe mirando a Andrés)
 
Andrés: Te va a encantar el sitio, ya lo verás… (Le da un beso en los labios)
 
Elizabeth: Te quiero… (Sonríe)
 
Rosa: Pero vamos chicos, que se hace tarde… y ya es casi la hora de cenar. 
 
Andrés: ¿Qué hay de cena? 
 
Rosa: Merluza rebozada… (Se burla)
 
Andrés: ¡Nooooo…!!!
 
Rosa: ¡Síiii!!! 
 
César y Elizabeth: Jajajajaja. 
 
Rosa: Igual que cuando era niño, siempre rabiando con la cena.
 
Elizabeth: Jajajaja. Andrés odia el pescado. Es cierto.
 
César: Si es que donde esté un buen filete… jajaja
 
Andrés: Jajajaja. 
 
Los cuatro se marchan del aeropuerto con las maletas de la pareja.
 
 
BRUSELAS, BÉLGICA
INT. / MANSIÓN VALOIS, CUARTO DE BAÑO / DÍA
 
Robert y su madre Chantal descubren el cuerpo sin vida de Rebecca en la bañera, muerta por una sobredosis.



 
Chantal: ¡Rebeccaaa!!! ¡Hijaaaaaaa!!!! ¡AHHHHHH!!! ¡AHHHHHHHHH!!!
 
Robert: ¡Hay que llamar a una ambulancia!! (Nervioso)
 
Chantal: ¡Rebecca mi niña!!! ¡Ayyyyyyyy mi hijaaaa, ayyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!! (Destrozada llorando inmersa en un ataque de nervios intentando sacarla del agua)
 
Robert: ¡Dios mío!!! ¡Está muerta, mamá, está muerta!!! (Mirando a su hermana en la bañera)
 
 
UNA SEMANA DESPUÉS
CORK, IRLANDA
EXT. / SUPERMERCADO, PARKING / DÍA
 
Shaila intenta colocar unas bolsas en el coche, acaba de hacer la compra para la familia de la casa donde trabaja como au pair. 





La joven tiene problemas y una de las bolsas se la cae al suelo, dejando rodar varias naranjas. Una de ellas rueda hasta el zapato de un chico. Shaila recoge el resto de naranjas del asfalto y justo cuando va a llegar a la última, el joven la agarra y…



 
Leo: Creo que esto es tuyo… (Sonríe amable, dándosela)
 
En ese instante Shaila alza su mirada, escuchamos música (“Me enamoré”, de Jox). En primer plano vemos el rostro de Leo (Germán Girotti), sonriente. La chica sonríe y ambos se quedan en silencio perdidos en un cruce de miradas y sonrisas…
 
Me enamoré, me enamoré, 
Me enamoré y no supe cómo, no se donde ni por qué
Me enamoré, me enamoré, quedé atrapada en tu mirada
Y tú perdido en mi piel
Me enamoré, me enamoré, yo de ti me enamoré…
 
 
BRUSELAS, BÉLGICA
INT. / APARTAMENTO DE SILVIE, DORMITORIO / DÍA
 
La villana mira una foto de Andrés, sentada en su cama. Silvie rompe a llorar al saber que ha perdido para siempre a Andrés, la rubia la hace pedazos inmersa en un mar de lágrimas… tirando la foto al suelo. En ese momento tocan al timbre… Silvie intenta serenarse y se dispone a abrir cuando…



 
Policía: Buenas tardes… ¿Silvie Leblanc?
 
Silvie: Sí, soy yo… ¿Algún problema agente?
 
Policía: Queda usted detenida por el asesinato de Bernard Chevalier…
 
Silvie: ¿Quéeee? (Alucinada)
 
Otro de los agentes la pone las esposas y le lee sus derechos. La periodista no puede creer lo que se le viene encima. 
 
 
CANCÚN, MÉXICO
EXT. / PLAYAS / DÍA
 
Anne, la madre de Elizabeth, pasea en bañador y pareo por las playas de Cancún. La antigua monarca de Bélgica habla sola… consigo misma.



 
Anne: Llego el momento de vivir una nueva vida… mi vida… 
 
Escuchamos música, los primeros acordes en violín de “Por amarte”, de Pepe Aguilar.
 
Por amarte, de mi vida haré un camino hasta encontrarte
Porque te llevo conmigo hasta la sangre
Destilando amor, cada día… por amarte… (violines)
 
 
MADRID, ESPAÑA
EXT. / CASA DE ANDRÉS Y ELIZABETH, JARDÍN / DÍA
 
En un bonito chalet, en una urbanización a las afueras de Madrid, Andrés y Elizabeth miran al horizonte, hacia el campo. El periodista la abraza por la espalda, ella le toma de las manos. Ambos sonríen felices.



 
Andrés: ¿Te gusta? Aquello de allá es la Sierra de Guadarrama.
 
Elizabeth: Es precioso, mi amor… 
 
Andrés: Al fin estamos juntos, mi princesa.
 
Elizabeth: Ya no soy princesa, tonto… (Triste)
 
Andrés: Para mí siempre lo vas a ser… (La da la vuelta) ¿Y sabes por qué?
 
Elizabeth: ¿Por qué?
 
Andrés: Porque te amo… (Sonríe tierno)
 
Elizabeth: Y yo a ti… (Sonríe)
 
En ese momento ambos se besan, abrazados en el jardín de la casa, escuchamos música. (Te prometí, de Manuel Mijares). Andrés y Elizabeth se besan sin descanso… La imagen se hace más lejana y vemos la casa, la sierra y el bosque…
 
Porque te prometí, que no iba dejar de luchar jamás
Que iba a morir por ti, lo prometí y no voy a cambiar
Te prometí, que si amenazaba la soledad, 
Iba a abrazarte a mí
No voy a dejarte de amar…
 
 

FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA