jueves, 13 de noviembre de 2014

Capítulo 9




LA PRINCESA Y EL PERIODISTA
CAPÍTULO 9: JUEGOS BAJO LA MESA



BRUSELAS, BÉLGICA
INT. / APARTAMENTO DE SILVIE, SALÓN / DÍA

La villana conversa con Robert y Rebecca sobre un nuevo plan para separar a Andrés de Elizabeth… ¿Qué se le habrá ocurrido esta vez?



Silvie: Así que ese es el plan chicos… No podemos fallar. Cada uno hará su parte como hemos quedado.

Robert: Quiero a ese imbécil lejos de Elizabeth, pero ya.

Rebecca: No debiste pelearte con Andrés, Robert…

Silvie: Si vuelves a ponerle un dedo encima a mi hombre te juro que te vas a arrepentir, estás advertido… Así no se arreglan las cosas. Yo jamás me pelearía con tu princesita, soy mucho más sutil e inteligente, mi amor…

Robert: No sé que le ves a ese payaso, la verdad… Está bien, está bien… haremos lo acordado. 

Silvie: (Sonríe astuta) Yo mientras aprovecharé para intentar seducir a Andrés… 

Rebecca: Mi madre ya hizo lo suyo, le contó a la Reina que Elizabeth y tu periodista se ven a escondidas… Estamos los cuatro en esto.

Silvie: Perfecto… (Ríe con malicia)


INT. / CASA DE CAMPO, CUARTO DE BAÑO / DÍA

Elizabeth se está dando una ducha, el agua caliente resbala por su suave piel… La princesa se enjabona el cuerpo ajena a la indiscreta mirada de Andrés, que la observa desde la puerta del cuarto de baño. El periodista, sin camisa, sonríe y entra con ella a la ducha, sorprendiéndola por la espalda. Andrés le besa el cuello, los hombros…



Elizabeth: Andrés… (Sonríe dulce)

Andrés: Acabo de despertarme. Te echaba de menos en la cama… mi amor… (Sonríe tierno, ella se da la vuelta)

Elizabeth: Yo también a ti… este mes en Houston se me hizo larguísimo… Ya tenía ganas de estar contigo.

Andrés: Pues a ver que hacemos… porque tenemos que recuperar el tiempo perdido… ¿No cree, señorita? (Sonríe)

Elizabeth: Te amo… (Sonríe)

El chico le roba un beso, ambos se comen la boca a besos, cada vez más y más intensos. Andrés la carga contra la pared y ambos comienzan a hacer el amor. El periodista la hace su mujer tierna pero a la vez apasionadamente. Con ganas, con deseo. La pareja se ama sin medida tras la mampara de la ducha, empañada por el vapor del agua. 

Andrés: Te deseo… te quiero… (Mientras hacen el amor)

Elizabeth: Te amo, Andrés, te amo… No me dejes nunca, mi amor… nunca… 

La joven le abraza como si no quisiera separarse nunca de él. La princesa y el periodista dan rienda suelta a la pasión y hacen el amor sin descanso en esa ducha. Andrés la hace suya y ella se estremece entre sus brazos, abrazada a su espalda, mientras él la hace sentir su mujer. 

Elizabeth: Te quiero… (Se besan)

Andrés: Te amo Elizabeth, te amo… 


AL DÍA SIGUIENTE
EXT. / CLUB HÍPICO / DÍA

Junto a las cuadras del club hípico de la capital, la princesa Elizabeth desmonta de su caballo. Justo en ese instante aparece Robert quien va a comenzar con la primera fase del malvado plan…



Robert: Vaya, vaya… mira quien tenemos aquí… a la princesa fugitiva… ¿Qué tal con tu amante? Ya me han dicho que te ves a escondidas con él en una casita de campo. (Se burla)

Elizabeth: Déjame en paz Robert, no tengo ganas de hablar contigo… (Enojada)

Robert: Jajaja. Pero no seas tan soberbia y maleducada mujer, que vengo en son de paz. (Sonríe)

Elizabeth: ¿En son de paz? (Frente a él) Ya me contó Andrés lo que le hiciste, eres un desgraciado… 

Robert: La culpa es tuya, cariño, por andar de ofrecida con ese periodista de medio pelo…

Elizabeth: No te permito que… (Le intenta sacudir una bofetada pero él la toma del brazo)

Robert: No, no, no… preciosa… A mi no me pones de nuevo una mano encima. (La abraza a la fuerza)

Elizabeth: ¡Suéltameee!! 

Robert: ¡No me da la gana!! Ahora vas a saber lo que es un hombre de verdad, estúpida… (La besa sin que ella se lo espere)

En ese instante, escondida tras unas pacas de paja, Rebecca hace unas comprometedoras fotos… Robert no suelta a Elizabeth y la besa a la fuerza para que su hermana haga la otra parte del trabajo. La morena sonríe. Todos son cómplices en el plan de Silvie.


INT. / CAFETERÍA / DÍA

Andrés y su amigo Henry charlan sentados a una de las mesas mientras se toman unas cervezas bien frías.



Henry: ¿Qué pasó con la denuncia que le pusiste a Robert de Valois, Andrés?

Andrés: Nada… solo tuvo que pagar una multa y nada más… No pueden meter preso a nadie por una simple pelea y lo sabes.

Henry: Deberías haberle partido la cara. Nunca me cayó bien el hermano de Rebecca.

Andrés: Pues es tu cuñado, así que…

Henry: Lo sé… bien dicen que la familia política no se elige… viene con la pareja incluida en el pack.

Andrés: ¿Y todavía no vivís juntos, Rebecca y tú?

Henry: En eso estamos pero con mi sueldo tampoco puedo pagar la casa que quiere ella… Está acostumbrada a lujos y comodidades…

Andrés: Ya me imagino… De todas formas creo que tu novia es muy distinta de Elizabeth. Ella a pesar de ser quién es, es una chica sencilla y nada pretenciosa.

En ese momento aparece la sensual Silvie, caminando a paso lento contoneando las caderas. Vemos ascender la imagen desde los pies, subiendo por las piernas, la minifalda, la cintura… un generoso escote hasta llegar a un rostro lleno de maquillaje. Silvie se atusa el cabello y sonríe con vanidad.



Silvie: Hola chicos… ¿Qué hacen aquí? 

Henry: Hola Silvie…

Andrés: Hola…

Silvie: ¿Puedo sentarme con vosotros?

Henry: Claro… Qué sorpresa… ¿Qué haces tú por el barrio?

Silvie: Bueno… pasaba por aquí y les vi desde la calle… (Sonríe y toma asiento frente a Andrés)

Andrés: ¿Cómo te va en los informativos? ¿Sigues presentando por la noche?

Silvie: Sí, Andrés, pero la verdad se te echa tanto de menos, guapo… (Le sonríe coqueta)

Andrés: Yo sigo sin encontrar nada, no hay forma… No sé que voy a hacer, la verdad. En unos sitios ni me llaman, en otros me hacen la entrevista y luego adiós… en otros me dicen que el puesto ya está ocupado… no sé… 

Henry: No te preocupes, hombre que las cosas pronto se solucionarán. Algo saldrá, seguro. No te desanimes.

Silvie: Claro, Henry tiene razón… Tú tienes mucho talento y un buen currículum.

Henry: Voy al baño, enseguida vuelvo. (Se levanta y se va)

Andrés: ¿Bueno y qué cuentas? ¿Cómo te va?

Silvie: Regular… ya sabes… si te soy sincera, te extraño mucho en el trabajo. Antes compartíamos tantas cosas…

Andrés: Lo sé.

Silvie: Pero bueno desde que empezaste a salir con Elizabeth te olvidaste de tus amigos…

Andrés: ¿Por qué dices eso? Yo creo que soy el mismo de siempre.

Silvie: Si tu hubieras querido…

Mientras habla con él, la rubia deja caer su zapato y comienza a tocarle con el pie en la entrepierna a Andrés, como provocándolo sutil pero descaradamente.

Andrés: Silvie… (Avergonzado y algo incómodo)

Silvie: Podríamos haberlo pasado muy bien juntos… (Ella sigue el jueguecito bajo la mesa)

Andrés: Por favor… (Sonrojado y nervioso) Que nos pueden ver...

Silvie: Sabes que me gustas Andrés… (Dejando el pie en el suelo de nuevo, le toma de las manos) Siempre me has gustado…

Andrés: Pero yo estoy enamorado de otra mujer… (Nervioso, la rubia le acaricia la mano)

Silvie: Lo sé pero… dime una cosa… ¿No te gusto? (Finge tristeza, como buena actriz)

Andrés: No es eso… es que… yo… no te amo.

Silvie: Eso lo sé, pero no te estoy pidiendo en matrimonio, hombre… Sólo… Ya sabes… Nadie se tiene por qué enterar… (Vuelve al jueguecito de pies en la entrepierna de Andrés)

En ese instante, Henry regresa del baño y se sienta de nuevo junto a ellos a la mesa. Silvie retira su pie rápidamente para no ser descubierta. Andrés, muy nervioso a la vez que incómodo, trata de desviar la conversación.

Andrés: ¿Y entonces? ¿Para cuando la boda con Rebecca, amigo?

Henry: ¿Boda, yo? Antes muerto que pasar por un altar, yo no creo en esas tonterías, jajajaja.

Silvie: Jajajaja. Haces bien, esas cosas son de otra época. Yo no pienso casarme nunca, prefiero vivir el amor libre como el viento.

Henry: Jajajaja. Miren, por ahí viene Rebecca. ¡Hola mi amor! (Se levanta a besarla)

Rebecca: Hola, cariño… ¿Qué hacéis? (Sonríe, se besan)



La morena llega a la cafetería mientras la villana mira a Andrés a los ojos fijamente, intentando intimidarle y seducirle. La rubia lleva un escote muy llamativo, fiel a su estilo de vestir, siempre provocando. Hasta a Henry se le va la mirada hacia los senos de la joven…


INT. / PALACIO REAL, DESPACHO DE LA REINA / DÍA

La Reina Anne discute con su hija Elizabeth. Ambas de pie, en el centro de la habitación.



Anne: Eres una embustera… ¿Me estabas viendo la cara de idiota o qué? 

Elizabeth: ¿Pero de qué hablas? ¿Estás loca?

Anne: Si loca… sí… Deja que vea a tu tía Margaret que me va a oír esa alcahueta… ¡Eso es lo que es esa estúpida, una maldita alcahueta!!!

Elizabeth: No metas a mi tía Margaret en esto… 

Anne: ¡Cállate! (Le pega una bofetada)

Elizabeth: ¡Ahhhh!!!! (Se lleva la mano a la mejilla)

Anne: Eres una zorra… Me hiciste creer que habías roto con el periodista pero ya me enteré que todo era una farsa… Desgraciada… esos viajes de fin de semana con tus amigas sólo eran para irte a la casa de Margaret a revolcarte con él. ¡Furcia! (Le pega otra bofetada)

Elizabeth: ¡Ahhhhhh!!! ¡Ahhhh!!!

Anne: Voy a llamar a tu padre a Houston… ahora si que vas a saber lo que es bueno, desvergonzada… (Tomando el teléfono de la mesa del despacho)

Elizabeth: ¡Tú no vas a llamar a nadie! (Le quita el teléfono, enfadada)

Anne: ¿Ah no? Verás cuando se entere de todo esto… Y lo peor, que Margaret te ha estado ayudando… ¡Las va a poner a las dos en la calle! ¡Eso es lo que va a hacer! 

Elizabeth: ¡Pues que lo haga, me iré con Andrés a España si hace falta!

Anne: No, querida… de eso nada… porque a partir de ahora no vas a salir de palacio sola nunca más… No sé como hiciste para burlar a los de seguridad pero esto se acabó. A partir de hoy voy a ir contigo a todas partes, seré tu sombra lo quieras o no.

Elizabeth: ¡Soy mayor de edad, no puedes controlarme como si fuera una niñita!

Anne: ¡Pues compórtate como una mujer! Tu padre nunca va a aceptar esa relación y bien lo sabes.

Elizabeth: Me da igual…

Anne: ¿Te volviste loca o qué? 

Elizabeth: Si papá y tú no lo aceptan, soy capaz de renunciar a mis derechos dinásticos por Andrés. ¿Te queda claro?

Anne: No serías capaz… (Furiosa)

Elizabeth: Ponedme a prueba… (Desafiante)

Anne: Definitivamente estás loca… ¡Loca de remate igual que la majadera de tu tía! Esto lo vas a pagar te lo juro…

Elizabeth: Haz lo que te dé la gana… 

Anne: ¡Vete a tu dormitorio! ¡Lárgate de mi vista pero ya! Mañana voy a hablar con Edward… ¡Fuera de mi despacho!

La princesa se marcha muy enojada, dando un fuerte portazo. Anne, rabiosa, tira todo lo que hay sobre su escritorio en un ataque de ira.


HOUSTON, ESTADOS UNIDOS
INT. / CLÍNICA ANDERSON, JARDINES / DÍA

Margaret y el doctor Michael Stevens charlan caminando por los jardines del hospital…



Michael: Tu hermano está respondiendo bien al tratamiento. En unos meses podrá regresar a Bruselas si todo marcha como ahora, Margaret.

Margaret: Me alegro mucho… gracias por todo, Michael.

Michael: Margaret… ya sé que no quieres que toque el tema pero…

Margaret: No insistas con lo mismo, creo que ya fui clara contigo en su día… (Molesta)

Michael: Pero yo no pude olvidarte… Sé que hice mal, que debí luchar por ti pero tu padre me puso entre la espada y la pared… ¿Qué podía hacer? Era joven y…

Margaret: Y no me querías lo suficiente…

Michael: ¡Estamos hablando de mi carrera! ¿Qué querías que lo dejara todo por ti?

Margaret: ¿Tú que crees?

Michael: Eres una egoísta… (Molesto)

Margaret: ¿Quién yoooo? ¡Pero bueno serás…!

Michael: ¡Sí, tú! Luché mucho para llegar a donde estoy ahora y una cosa te voy a decir, si yo no hubiera seguido en la medicina, hoy día no podría haber tratado a Edward.

Margaret: Ay por favor, no me vengas con chantajes emocionales… Hay miles de oncólogos en este país…

Michael: Yo te amo… Perdóname, por favor… (La toma de las manos)

Margaret: ¡Suéltame! (Enfadada se suelta de él) No vuelvas a tocarme… En cuanto mi hermano termine su tratamiento regresaremos a Bélgica y no volverás a verme nunca más.

Michael: ¿Eso es lo que quieres? ¿Estás segura?

Margaret: Por supuesto…

Michael: Está bien, a partir de ahora solo hablaré contigo acerca de la salud de Edward. Que te vaya bien, buenos días… (Se va muy enojado)

La Infanta Margaret rompe a llorar, enfadada pero a la vez dolida pues aún le quiere y nunca pudo olvidarle por mucho que ella no quiera admitirlo.


BRUSELAS, BÉLGICA
INT. / MANSIÓN VALOIS, SALÓN / NOCHE

Robert, Rebecca y doña Chantal hablan acerca de Elizabeth y las fotos del club hípico. La morena les muestra las imágenes sobre la mesa.



Robert: ¡Perfecto!

Rebecca: Esto es sólo la primera parte del plan de Silvie…

Chantal: La estúpida de Anne ya sabe que la niña la ha estado engañando todo este tiempo… 

Robert: Ya solo queda la otra parte del plan.

Chantal: ¿Qué va a hacer Silvie?

Rebecca: Ya lo sabrás, mamá… todo a su tiempo…. (Sonríe)

Robert: Pronto ese periodista y Elizabeth terminarán para siempre su noviazgo y yo tendré vía libre para casarme con ella. Los Reyes están de mi lado, ya lo sabéis.


HOUSTON, ESTADOS UNIDOS
INT. / CLÍNICA ANDERSON, HABITACIÓN / DÍA

Aún es de día en Houston. El rey Edward habla por teléfono con su esposa, la reina Anne, que está en su despacho en Bruselas. Ambos de pie.



Edward: ¿Qué demonios estás diciendo? (Alucinado)

Anne: Tu hija lleva una relación clandestina con un periodista, Edward. ¡Con un vulgar periodista!

Edward: Esto no puede ser cierto… ¡Me va a escuchar Elizabeth! 

Anne: Tenemos que hacer algo…

Edward: Mañana mismo agarro un avión para Bruselas…

Anne: Aún no has terminado el tratamiento, Edward…

Edward: ¡Me da igual! No pienso permitir que esa irresponsable arruine la institución por un imbécil recién aparecido.

Anne: Espera que todavía no te he contado todo…

Edward: ¿Ah pero que aún hay más? 

Anne: Tu hermana ha sido su alcahueta, Edward. La zorra de Margaret lo sabía todo…

Edward: ¿Quéeee? (Alucinado, sin poder creerlo)


INT. / APARTAMENTO DE ANDRÉS, SALÓN / NOCHE

Andrés llega a su casa acompañado por Silvie… La rubia prepara su parte del plan…



Silvie: Estabas muy tomado, no podía permitir que volvieras conduciendo a casa… 

Andrés: Gracias… (Se sienta en el sofá, algo mareado)

Silvie: No debiste tomar tanto, cariño… (Sonríe astuta)

Andrés: Apenas tres cervezas… no fue para tanto. Henry se empeñó, ya sabes que bebo poco… 

Silvie: Bueno, además hoy es mi cumpleaños, así que era día de celebración. La cena estuvo fabulosa…

Andrés: Si… muy rico todo… (Somnoliento)

Silvie: Ven que te acompaño a la cama… no te vas a quedar a dormir en el sofá… (Le ayuda a levantarse y se lo lleva al dormitorio)

Andrés: Está bien… 

Mientras Andrés se echa en la cama, vestido, Silvie le mira de pie y…

Silvie: Bueno pues, hasta mañana, que descanses… (Se va)

Andrés: Ok… cierra la puerta cuando te vayas… (Adormilado, cae rendido en la cama)

La villana va a la cocina y espera… espera a que Andrés se duerma. Silvie habla consigo misma y saca un frasquito de cristal con un polvo blanco de su bolso.

Silvie: Perfecto… Ni cuenta te diste de la droga que te puse en la bebida en el bar… ay cariño, es que eres tan ingenuo… pero en la guerra y en el amor todo vale… (Sonríe astuta)

La rubia vuelve al dormitorio…

INT.  / APARTAMENTO DE ANDRÉS, DORMITORIO / NOCHE

Andrés se ha quedado dormido en la cama, boca arriba. Está drogado y no es consciente de nada. Silvie comienza a desnudarle. La joven le desabrocha la camisa, se la quita y hace lo mismo con el pantalón, dejándole únicamente en bóxer. Acto seguido se quita su ropa, quedando en lencería y se mete en la cama con él. Silvie se arropa con la sábana de tal forma que parezca que han pasado la noche juntos. Andrés duerme ajeno al plan de la villana. Silvie sonríe con malicia y habla con ella misma en voz baja, echada en la cama junto a él.

Silvie: Y ahora… (Tomando el celular de Andrés)


INT. / PALACIO REAL, DORMITORIO DE ELIZABETH / DÍA

El teléfono móvil de la princesa suena en su mesilla de noche. Elizabeth lo toma y ve un mensaje de texto, es del número de Andrés.  La joven sonríe y lee lo siguiente…



Elizabeth: “Te echo de menos, mi amor… Ojalá estuvieras aquí conmigo, un beso. Andrés”

La princesa sonríe ilusionada y responde, ingenua, sin imaginarse que quien ha enviado el mensaje de texto es Silvie.

Elizabeth: Yo también te extraño… Mañana temprano voy a verte a tu casa. ¿Sí? Te quiero… Besitos. (Sonríe)

En casa de Andrés, en la cama, Silvie lee el mensaje y…

Silvie: Perfecto… ay princesita que boba eres… (Sonríe astuta, mirando a Andrés dormido junto a ella)

La explosiva rubia borra los dos mensajes del móvil para no dejar rastro de su maléfico plan.


HOUSTON, ESTADOS UNIDOS
INT. / CLÍNICA ANDERSON, HABITACIÓN / DÍA

El Rey Edward discute con su hermana, la infanta Margaret. Ambos de pie frente a frente.



Edward: Yo confiaba en ti… ¡Eres una traidora!

Margaret: ¡La niña ama a ese muchacho! ¡Lo quiere de verdad!

Edward: Esa relación se va a acabar… Mañana mismo nos vamos a Bruselas.

Margaret: ¿Y el tratamiento?

Edward: ¡Al diablo con el tratamiento!!! (Furioso) Esta no te la perdono… ¡Alcahueta, más que alcahueta! 

Margaret: No pienso dejar que le arruinen la vida a Elizabeth como hizo nuestro padre conmigo. ¡Ni hablar!

Edward: Elizabeth hará lo que yo diga y se acabó. No pienso dejar que se case con un don nadie… 

Margaret: Eres peor que padre que en paz descanse… ¡Mucho peor! (Pensando: Si te digo la clase de esposa que tienes iba a arder Troya… pero no es el momento… ya te enterarás por ti mismo…) ¡Me voy, no voy a discutir más contigo!

Edward: ¡Eso, lárgate, alcahueta!  

La infanta Margaret se va, muy enojada, dando un portazo.


AL DÍA SIGUIENTE
BRUSELAS, BÉLGICA
INT. / APARTAMENTO DE ANDRÉS, DORMITORIO / DÍA

Andrés, semidesnudo, se levanta de la cama, todavía adormilado. El chico se pone un pantalón y sale al pasillo sin camisa. Andrés va hacia la cocina… En ese momento tocan al timbre de la puerta.



Andrés: ¡Ya voyyy!!! ¿Quién será a estas horas de la mañana?

INT. / APARTAMENTO DE ANDRÉS, SALÓN / DÍA

En esto que Andrés abre la puerta y…



Elizabeth: ¡Hola! (Sonríe)

Andrés: ¡Hola! (Sonríe) ¿Qué haces tú aquí? No te esperaba… 

Elizabeth: Te echaba de menos y… bueno… quise venir a verte. ¿Puedo pasar?

Andrés: Sí… sí… claro… estás en tu casa.

La princesa entra en casa y Andrés cierra la puerta. 

Elizabeth: Me hacías tanta falta, mi amor… (Le roba un apasionado beso en los labios, él sonríe)

Andrés: Te quiero… 

Elizabeth: ¿Ya has desayunado? Mira, te traje unos croissants más ricos… (Pone la bolsa sobre la mesa)

Andrés: Gracias, no tenías que haberte molestado… 

Elizabeth: No es molestia…No me digas que aún estabas en la camita… (Sonríe dulce)

Andrés: No… acababa de levantarme… no te preocupes… Me iba a duchar ahora.

Elizabeth: Mmm… me encantaría ducharme contigo… (Le roba un beso en los labios)

La chica le dice algo al oído en voz baja…

Elizabeth: Y hacer el amor toda la mañana en esa ducha, solitos los dos… con todo el tiempo del mundo para nosotros.

Andrés: Y a mí… (La besa) te iba a comer enterita cada rincón de tu cuerpo… (Le guiña un ojo)

Elizabeth: Te extraño… (Le besa de nuevo y le acaricia el rostro dulcemente)

Andrés: Y yo a ti, mi vida… No sabes cuanto te quiero… (Sonríe tierno)

Elizabeth: ¿Y como te levantas tan tarde? Son más de las diez…

Andrés: Pues es que anoche salí con unos amigos a tomar algo y me acosté ya de madrugada…

Elizabeth: Ay pero si que me saliste fiestero entonces… Eso no lo sabía yo. ¿Eh? (Se burla)

Andrés: Nada que ver, apenas salgo… Es que era el cumpleaños de…

En ese momento Silvie aparece en el salón envuelta en una toalla, recién salida de la ducha. La rubia lleva el cabello mojado. Escuchamos música incidental. Elizabeth se queda muda al verla en casa de su novio. La villana sonríe, Andrés se queda petrificado al ver a la periodista allí frente a él y su novia.



Andrés: ¡Silvie! (Alucinado) ¿Pero qué haces tú aquí?

Silvie: Ay perdón… ¿Interrumpo? No sabía tenías visita, Andrés…

Elizabeth: ¿Pero… qué significa esto? ¿Quién es esta? (Mirando mal a Andrés)

Andrés: Elizabeth, mi amor, esto… esto no es lo que parece… (Nervioso)

Elizabeth: Ahora encima te haces el sueco… ¡Eres un descarado! (Le pega una bofetada)

Andrés: ¡Ahhhh!!! (Se lleva la mano al rostro) 

Elizabeth: Desgraciado… (Conteniendo las lágrimas) 

Silvie: Pero chica, no te pongas así que no es lo que estás pensando. Andrés y yo sólo somos amigos…

Elizabeth: ¡Tú te callas, zorra! ¿Amigos? ¿Y te paseas así medio desnuda en casa de un amigo? 

Silvie: Oye guapa, sin faltar eh… (Enojada, con mal tono)

Elizabeth: ¡Te hablo como me da la gana! (Mirándola de arriba abajo)

Andrés: Silvie me acompañó anoche a casa porque había bebido demasiado y…

Elizabeth: ¡Ya por favor, no me veas la cara de estúpida! ¿Quieres? (Furiosa)

Andrés: ¡Basta! ¡Te estoy diciendo la verdad! Silvie es sólo una amiga… 

Silvie: Es cierto, nosotros no hicimos nada malo, malpensada… Me quedé a dormir en su casa porque anoche ya era muy tarde y me daba miedo irme sola a mi apartamento… (Miente)

Elizabeth: ¿Pero ustedes creen que yo soy tonta o qué? ¡Ya vale de mentiras! ¡Que no nací ayer! (Histérica)

Silvie: Ay Andrés, no sabía que tu novia fuera tan celosa, la verdad… Voy a vestirme… (Se va, sonriendo falsa cuando ellos no la ven la cara)

Andrés: Te juro que no pasó nada, yo no he hecho nada… ¡Te estoy diciendo la verdad! ¿Por qué no me crees?

Elizabeth: ¿Qué te voy a creer a ti nada? ¡Cínico! ¡Hace poco me jurabas amor eterno y ahora te encuentro revolcándote con esa rubia oxigenada! ¡Eres un cerdo! ¡Un desgraciado!!!

Andrés: ¡Yo no me revuelco con nadie! ¡Elizabeth, por favor! (La toma del brazo)

Elizabeth: ¡Suéltameee!!!! (Rompe a llorar, soltándose de él, totalmente fuera de sí)

Andrés: Yo te quiero… esto no es lo que crees… por favor, te estoy diciendo la verdad. Yo nunca me he acostado con Silvie…

Elizabeth: Así que se llama Silvie… Bonito nombre, para una cualquiera… (Enojada)

Andrés: Por favor… 

Elizabeth: Me voy… 

Andrés: ¡No, tú no te vas a ir de aquí sin antes escucharme! (Se le acerca)

Elizabeth: ¡Que no me toques! ¡No me toques! ¡Me das asco! Te la tiras y luego me vienes a pedir perdón… ¡Cerdo! (Llorando en un mar de lágrimas)

Andrés: ¡Yo te amo, te amoooooooo!!!!!

Elizabeth: ¡Tú no sabes lo que es amar a nadie! Le viste los dos balones a esa golfa y hala… a la cama con ella… ¡Eres igual que todos! ¡Un hijo de la gran….!

Andrés: ¡Ya basta! ¡No te permito que me insultes más! ¡Basta! Si no me crees allá tú… yo tengo la conciencia muy tranquila porque sé lo que he hecho y lo que no.

Elizabeth: Cínico, hipócrita… Te encuentro medio desnudo en la sala y al poco aparece esa… esa vagabunda envuelta en una toalla… ¿Qué quieres que piense? No quiero volver a verte nunca más Andrés… ¡Hemos terminado!

Andrés: ¡Elizabeth, por favor! ¡Elizabeth!!! (La sigue pero la joven se va dejando la puerta abierta)

La princesa baja las escaleras del edificio muy nerviosa y llorando amargamente. El periodista, en la puerta de su apartamento, se lleva las manos a la cabeza, muy preocupado sin saber qué hacer. 

CONTINUARÁ…

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